La Vida de Job
Job es la principal figura del Libro de Job en la Biblia, donde Job es sometido a una opresiva prueba establecida por un ángel caído, con autorización de Dios, mas ante las dificultades logra demostrar su fidelidad al Creador.
Job es considerado un profeta en las religiones abrahámicas: el judaísmo, el cristianismo y el Islam. En los textos bíblicos, su historia es narrada en el Libro de Job, tanto en el Tanaj como en el Antiguo Testamento cristiano. En el Corán1 se hace referencia a la paciencia del profeta Job.
Job era un ganadero muy rico, con 7 hijos y 3 hijas y numerosos amigos y criados. Vivía en "la tierra de Uz", la cual es una ciudad mencionada como parte del reino de Edom.
Satán reta a Dios argumentando que el amor que Job le profesa es por causa de sus bendiciones y no porque realmente lo ame. Yahvé concede a Satán el probar la integridad de Job.
El personaje antagónico, Satán, pone a prueba la integridad de la fidelidad de Job con permiso de Dios.
Dios concede esta prueba con una única restricción: que no le quite la vida a Job. A partir de ello, Satán acecha a Job y le causa múltiples desgracias, tales como enfermedades (sarna), el ataque de caldeos y sabeos a sus criados, la muerte de su ganado, la pobreza, el repudio de su mujer e incluso la muerte de sus hijos.
Terminada la prueba, Job ha probado su fidelidad a Dios y, a pesar de todo lo ocurrido, sale triunfante (Job 42), por lo que le es restituida su anterior felicidad y con más del doble de lo que tenía, excepto la vida de sus primeros hijos, aunque tiene catorce hijos y tres hijas, repartiendo su cuantiosa herencia entre todos ellos.
Debido a su bondad, paciencia, fidelidad a Dios y legado, Job es un tzadiq para la tradición judía.2 En el contexto de la tradición católica, Job es considerado santo; la Iglesia católica lo acoge como modelo de santidad y entra en el santoral, siendo festejado el día 10 de mayo.
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