Abraham (padre de multitudes)
Abraham
Originalmente Abram, es el primero de los tres Patriarcas del Judaísmo. Su historia es contada en todos los textos sagrados de las religiones abrahámicas y juega un papel importante como ejemplo de fe en el Judaísmo, Cristianismo e Islam.
La narrativa bíblica gira en torno a los temas de la posteridad y la tierra. Abraham es llamado por Dios a dejar la casa de su padre, Terah, y establecerse en la tierra dada originalmente en Canaán, pero que ahora Dios le promete a Abraham y su descendencia. Se presentan varios candidatos que podrían heredar la tierra después de Abraham, pero todos son rechazados en favor a Isaac, su hijo con su media-hermana Sara. Abraham compra una tumba (la Tumba de los Patriarcas) en Hebrón para ser la tumba de Sara, estableciendo así su derecho a la tierra; en la segunda generación su heredero Isaac contrae matrimonio con una mujer de sus propios parientes, excluyendo así a los cananeos de cualquier herencia. Abraham, tiempo después, contrae matrimonio con Ceturay tiene seis hijos más, pero en su muerte, cuando es enterrado al lado de Sara, es Isaac quien recibe "todos los bienes de Abraham", mientras los otros hijos reciben solo "regalos".
Nacimiento y vocación
Según el texto bíblico, la familia de Abraham se encontraba en "Ur Kaśdim" (אוּר כַּשְׂדִּים), frecuentemente referida como "Ur de los caldeos". Taré era de la décima generación descendiente de Noé, a través de Sem, y sus hijos fueron Abraham, Nacor y Harán. Este último, cuyo hijo fue Lot, murió en su ciudad natal (Ur). Luego Abraham se casó con Sara, su hermanastra, quien era estéril. Taré, el padre de Abraham, con sus hijos y familias, marcharon entonces desde Ur a Canán, asentándose en Jarán, Mesopotamia, donde Taré murió a los 205 de edad. Tras la muerte de Taré, según relata el Génesis capítulo 12, cuando Abraham tenía 75 años, Dios le ordenó salir de su tierra e ir «al país que yo te indicaré», donde convertiría a Abraham y sus descendientes en un gran pueblo. De manera que Abraham emigró desde Jarán, con Sarai y Lot, sus seguidores, sus rebaños, y viajaron hasta Canaán, donde, en el encinar de Siquem, el Señor le dio tierra a él y su posterioridad. Allí Abraham construyó un altar dedicado al Señor y siguió viajando hacia el sur por el desierto de Neguev.
Etimologia
Según la Biblia, el nombre significa 'padre de muchos pueblos', sin embargo el nombre se divide en ab 'padre', y ram 'alto, excelso'. Según el relato del Génesis, Dios le otorgó a un hombre llamado Abram, o Abrán, el nombre de Abraham 'padre de una multitud de gentes', derivado de ab-hamón. La semejanza puramente externa entre raham y hamóndemuestra que el propósito del autor del Génesis no era dar una etimología, sino producir en el lector una determinada asociación de ideas.
El sacrificio de Isaac
El personaje de Abraham es conocido por el relato del sacrificio de su hijo Isaac a Dios. Algún tiempo después del nacimiento de Isaac, el Señor ordenó a Abraham que le ofreciera a su hijo en sacrificio en la región de Moriah. Según la exégesis, este relato parece justificar o enfatizar el abandono de la práctica cananea de sacrificar al primogénito. Se tiene la creencia de que Isaac era un niño cuando Dios pidió a Abraham que sacrificara a su primogénito. Esto es así, ya que la palabra usada en la Biblia para muchacho es נַעַר (náar) en el Génesis 22:12; que se refiere a un muchacho en la edad de la infancia o adolescencia. El patriarca viajó durante tres días hasta que encontró el túmulo que Dios le mostró. Ordenó al siervo que esperara mientras que él e Isaac subían solos a la montaña, Isaac llevando la leña en la que sería sacrificado. A lo largo del camino, Isaac pregunta una y otra vez a Abraham dónde estaba el animal para el holocausto. Abraham respondía que el Señor proporcionaría uno. Justo cuando Abraham iba a sacrificar a su hijo, se lo impidió un ángel diciendo: "No extiendas tu mano contra el niño, ni le hagas nada; pues ahora conozco que eres temeroso de Dios" y en ese lugar le dio un carnero que sacrificó en lugar de su hijo. Así se dice, «El monte de Yavé provee». Como recompensa por su obediencia recibió otra promesa de una numerosa descendencia y prosperidad. Después de este acontecimiento, Abraham no volvió a Hebrón, campamento de Sara, sino que en su lugar fue a Beerseba, al campamento de Quetura, y es a Beerseba adonde el siervo de Abraham llevó a Rebeca, sobrina segunda de Isaac por parte de padre que se convirtió en su esposa.
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